Vaya por delante que el título de esta entrada tendría que ser otro. La verdad es que todo el proceso no ha sido nada fácil, e incluso ha llegado a ser estresante. Llegar a cuadrarlo todo y que todo encajara era un juego de naipes Ya hacía tiempo que íbamos dibujando entre sueños unos días por los Alpes trazando una preciosa Transalpine. Hay ocasiones en las que los sueños no se convierten en realidad y a pesar de poder acudir a sustitutivos, siempre queda ese vacío que nada ni nadie puede llenar. Desde aquí un fuerte abrazo a Fanfi quien fiel compañero de aventuras vio truncado su desafío por culpa de no poder formar tándem conmigo.
Sea como fuere, se abren no obstante y como no podía ser de otro modo, mil nuevas aventuras y ocasiones en las cuales reencontrarnos con nuestro compañeros Pablo y Judith, principales artífices de esta pasión por la montaña con la que nos han ido contagiando en tantas ocasiones.
Casi consolución de continuidad, a rey muerto rey puesto, cambié Alpes por Pirineos y zapatillas por bicicleta de montaña. La oportunidad que otros 6 aventureros ofrecían al sumarse al universo Transpyr, abríó un nuevo territorio inexplorado al proyecto deportivo por etapas. Para ello había que hacer cuadrar el encaje de bolillos y pasar de setiembre a julio, y huelga decir que la empresa no era nada fácil. Conseguir alinear todos los astros suponía algo harto complejo en sí mismo, me atreviría decir que más aún que la propia aventura si cabe.
Tras la ayuda y comprensión, sobretodo por parte de Elena y las niñas, la oportunidad de cruzar Pirineos desde Roses a Hondarribia en 7 etapas supondría pues el mayor reto de los planteados hasta el momento. El hecho de hacerlo en grupo, y en varias jornadas, anticipaba la magnitud del proyecto.
Así, la montura pasaba a ser algo imprescindible. Las circunstancias al final se aliaban para dejarme ante mí una precios Specialized Stumpjumper Ht Comp Carbon 29er. Una efectiva bici de carbono fact 8 rígida y libiana con un diámetro de rueda pensado para rodar fuerte y rápido por cualquier pista y sendero que se ponga por delante. Su color negro y verde, su transmisión xt, las maxxis ... sin duda que ninguna excusa para sacarle el máximo partido a su geometría.
Había que ponerse pues las pilas y empezar a moldear el cuerpo para tal proyecto. Principalmente los pedales pasan a ser protagonistas en las sesiones programadas. Desde principios de abril que el plan trimestral se pone en modo on y nada ni nadie ocupa ya el que tiene que ser mi Proyecto Transpyr Under 40's, una de esas promesas consigo mismo que a uno se le acuden. Cruzar los Pirineos antes de que el reloj de la vida marque la cuarentena. Una excusa como otra, pero en todo caso mi excusa.
Muchas razones dan contenido a esta TR14. 7 etapas, más de 700 kms, 7 amigos, más de 20 mil md+, del Mediterráneo al Cantábrico por la cordillera pirenaica en el séptimo més de julio. Como mínimo 7 poderosas razones. 1. el reto personal y deportivo 2 con compañeros de viaje con los que hemos compartido largas horas encima de la bici y fuera de ella, 3 en un entorno incomparable como el Pirineo, nuestra tierra, nuestra geografía, 4 la experiencia y superación en busca de los límites de uno mismo 5. la fuerza de la persistencia por cumplir con un sueño y hacerlo realidad o al menos tener la oportunidad de conseguirlo 6 el ejemplo que transmitir a mis hijas, un reto lleno de esfuerzo, ilusión, en busca de conseguir aquello que te propones, 7 el llenar y saber disfrutar de todo el trayecto, cada dia, cada sesión, cada entreno en sí mismo pensando en la semana de julio y sobretodo en esa línea de meta imaginaria hoy por hoy.
Pues el cronómetro ya está en marcha. De hecho siempre lo ha estado. Yo mismo me atribuyo el título de jubilado y bien saben los que me conocen que nunca he parado ni paro. Habrá más intensidad o menos, más competiciones o menos, unas sesiones u otras, pero sí es verdad que nunca he parado. Lejos quedan las marcas y los tiempos de paso. Otros son los objetivos a estas alturas cuando queda poco por franquear la frontera de la cuarta década. Nuevas experiencias dotadas de otro contenido quizá más colectivo y menos individual.
Así son innumerables ya las sesiones de todo tipo. No sólo los night runnings de los viernes, sino también por supesto las nocturnas también de btt, las escapadas al mediodía o los sube y bajas mientras las niñas entrenan a hockey. Queda ahí tras Marató de Barcelona una subida a Roca del Corb tras ascender por Farell,Ós i Àguila y bajando por Torrota, Foradades y la nueva trialera de Terradelles hasta Llac Petit. 20kms de trail running junto a Rafa y Jan que me dejaron las piernas maltrechas. Y la osadía de bajar la misma trialera con la Trek super fly de doble suspensión. Menudo front flyp saldado con chapa y pintura que para lo que podia haber sido no fue nada. Eso sí algo de dolor cervical tras el aterrizaje y los días posteriores.
Lo mejor sin duda fue el estreno de la que Pablo ha bautizado como mérida. Con la última puesta a punto en el taller, el pasado sábado Escapa me entrego la flamante stumpjumper. El problema era que para el domingo anunciaban lluvias. Qué lástima, el debut se haría esperar. Pero no en mi caso. Personalmente me encargué de dibujar un trazado a mi medida con un poco de todo para alcannzar a ver el verdadero potencial de la bici. Los infinitos caminos y senderos en los aledaños del Sanatori fue el escenario elegido. Una fina lluvia y un bosque húmedo el mejor de los decorados para una mañana de domingo. Al lado su homónima negra mate del Keika. Al final 3h de bautizo que me vinieron muy bien para confirmar la correcta elección de montura, aunque bien pensado más que elegida, fue la encontrada tras los percances de la rotura del carbono 26er.
Otra de las buenas fue en la participación en la Cursa dels Mussols. Un trail running en Serra de Galliners justo en la zona donde solemos entrenar los viernes con los amigos de la sección del CTLF. El viernes habíamos salido a hacer el reconocimiento de la zona. El sábado por la mañana me subí con Albert a MontRodon. Por la tarde vimos como las niñas hacían de las suyas en las carreras infantiles. Maria ya atesora más trofeos que su padre lo que parece que me generó cierta presión. Cómo se nota las carreras organizadas con cariño por grupos y colectivos ajenos a las marcas y los pingúes beneficios. St Quirze y su pabellón acogió a casi 500 atletas para montar una salida nocturna antes del cambio horario. Yo a verlas venir con mis racer y conocedor de todo el trayecto. Colocado en posiciones delanteras para evitar tapones en los senderos de subida, los primeros kilómetros se corrieron muy rápidos. A la que la cosa de iba inclinando, las pulsaciones iban subiendo en proporción al desnivel. Al paso por el primer control, advierto que no se me está dando mal el tema mientras voy dibujando el perfil. Sorpresa la mía cuando me cantan posición quince y dieciséis por el km 7. Total que saco el orgullo a pasear y intento mantenerme sabedor que no llevo a nadie cerca. Al menos sólo veo mi luz. Superada la última subida, ya sólo queda bajar por pista hasta el pabellón. La verdad es que bajo con miedo a mis temidas torceduras y el terreno es propicio al traspiés. Un par de luces me alcanzan y veo en el garmin casi la hora. Al final acabo decimosexto en 1:00:40, con 180ppmed para los 13kms de gallinero y sus 250md+ a 4'35'' de ritmo medio.
En fin, que contento y satisfecho por las sensaciones y el resultado. Al final, otra vuelta de tuerca más para seguir en progresión. Y como siempre, con el fin de semana como plato fuerte que nada tiene que envidiar a mis mini sesiones intersemanales. Esos entrenos de hora u hora y poco buscando los caminos preferidos. Al ritmo que uno prefiera, eso sí fiel a la música que desprende el galaxy antiguo que me sirve de receptor. Me encanta subir por Troncó, bajar por Senglar, diblar en Portaferrissa, ascender por Janot, bajar la nueva Terradellas, alcanzar la Diagonal, el Farell, el coll de l' Ós, la Gallina, incluso Can Candi. Preciosa ladera toda esta para las sesiones cortas. También la Pineda subiendo por riera de Gaià yendo a buscar la Font de la Teula y sus cortafuegos. Ahora ya sin molinillo, toca tirar de fuerza bruta. Y cuesta subir cuestas. Seguramente más rápido que antes pero con más esfuerzo.
Este sábado también me apresuré para llevar la mérida por terrenos pisteros en Mossen Homs. Disfruté de verla en su hábitat natural, tirando del plato grande y los piñones pequeñois. Qué delicia en esos terrenos mover el carbono una mañana temprano.
Fue el domingo cuando me guardé el as en la manga. Ya a media semana, sumamos cómplices al proyecto, y la verdad es que es nombrar Ratpenat y no sabes si la gente huye o se siente atraída. Vaya por delante que sus veintes por ciento no son plato de cualquier mesa, pero al final, Josep, Putxi, Manel y yo nos atrevimos a la mordedura. Como drácula cuando huele a sangre, la cosa empezó subiendo a 4 vents para llegar por Castellbisbal a Molins. Cada relevo era un target en sí mismo. Encima se sumaba un cervelo que iba sólo por la carretera deseando encontrar una grupeta como la nuestra. En definitiva que nos plantamos a los pies de Castelldefels con casi los 35kms/h de media, o sea que con las piernas más bien ardiendo.
Total, que empieza el festival a las primeras de cambio. No hay otra que poner todo el compact a trabajar e incluso a tirar de brazos para mover aquello por aquel sitio. Madre mía. Al menos me da a mi que hago menos eses que la última vez cuando casi me mareé. Maillot abierto para que entre aire al radiador y van pasando los metros para llegar al primer descanso. Luego un par de esfuerzos más y la bolita blanca en el saco. Buff vaya subidita, graciosa ella. Bajada en tobogan a Olivella, Avinyonet, St Sadurní y buenísima carretera de Gelida para llegar a Martorell y subir por el Suro hasta Ullastrell. Al final 135kms para 6h de bici de carretera, 2250md+ y una mañana más que aprovechada de domingo.
Seguimos así para bingo. La nueva rojiverde sigue en modo automático surcando caminos y caminos mientros yo en ella voy dibujando la mejor de mis sonrisas. Ayer mismo, intento de coronar Montrodón por la Kitty de derechas en la nueva trialera que nos puso a los tres jinetes al borde del electrocardiograma. Por la noche, subida por Font del Sr Ramon y bajada más que divertida. Hoy tocará trotarlo a pie.
