Desde la vuelta de las vacaciones de hace unas semanas, se han ido sucediendo y encadenando buenas sesiones de entreno sin otra intención ni objetivo que mirar hacia la prueba por etapa de principios de julio.
Dadas las hora empleadas en dicha prueba, conviene ir invirtiendo tiempo y esfuerzo en adaptar el cuerpo a tal nivel de exigencia.
Ante la imposibilidad de simular lo que vendrá si está en mis manos marcar sesiones diarias de distintas intensidades y tipos a fin de llegar a la cita en la mejor forma y predisposición posible. Así, las semanas vienes marcadas por sesiones los lunes y miércoles de hora y cuarto por los aledaños del Llac Petit llegando a casi los 20kms de esfuerzo y los 500md+. Los martes están cubiertos por la btt nocturna que ya sea con sesión previa o sin ella, también ayuda a esta de compartir la experiencia en el grupo con el que conviviremos en la aventura estival. Los jueves se abren nuevas oportunidades ahora que oficialmente no trabajo por las tardes. Sin ir más lejos, el jueves pasado acudí a la cita que Juanjo me propuso y salí al mediodía para reencontrarme con los de Gavá a la altura de la rotonda de Begues. Ello supondría llegar con 35kms en las piernas rodando a plato grande para empezar el puertecito del Garraf. Encima el monitor de spinning se traería a un gregario que nos llevó con el gancho puesto. Sea como fuere, brutal toda la ruta hasta Avinyó Nou para después de dar un sorbo de agua y acudir a un gel, deshacer el camino cual pulgarcito con las piernas más tocadas de la cuenta. Al final, bajada hasta Viladecans, Sant Boi y St Vicenç dels Horts para ir pidiendo la hora a la altura de Rubí donde tuve serias intenciones de subirme al tren de forma literal. Al final, por no encontrar la estación, decidí continuar mi particular calvario en modo de cervicales cargadas y seguir por la depuradora para acabar con 136kms y sus 26kms/h de media.
Los viernes están reservados para el mountain running en el Club de Les Fonts. Vamos consolidando un grupo de runners que una vez más y otras menos, salimos de siete a ocho aprovechando la puesta del sol y los rincones de la Serra de Galliners a caballo de St Quirze. Buena propuesta para dar la bienvenida al fin de semana, que de un modo u otro también se va llenando de apetitosas propuestas. Ya sea esta vez con bici delgada o en entornos por desubrir. Buenísima salida la última por Estenalles, Talamanca, Navarcles, Avinyó y l’ Estany para volver por Calders, Monistrol y St Llorenç. 140kms también buenos para ir dotando al cuerpo del fondo necesario. Fondo más lento que rápido para dar solidez a las largas horas que habrá que invertir en la transpirenaica.
Igual de exquisita fue también la marcha por “Els Volcans d’ Olot”. De la mano de un experto en la materia y en la zona de la Garrotxa,Putxi nos enamoró con un circular espectacular por la Fageda d’ en Jordà y su infinidad de bosques y senderos. Magnífico paraje volcánico y fértil por donde discurrir en bici de montaña se convierte en un auténtico placer para los sentidos. Al final 50 kms y 1700md+ para emplearse en cada pedalada por subida escarpadas en las que tirar de pistones al compas a la vez que buscar la trazada imposible entre piedras, rocas y losas peraltadas.
También hay series en la preparación. La Cantera de Can Candi el escenario donde poner el garmin en modo vuelta y ver cómo las pulsaciones definen su dictado. Lo importante ver la progresión respecto las últimas tomas. Si antes se topaba en 183ppm ahora andamos ya por las 177ppm. Ello supone un importante margen de mejora en el umbral entre el cual moverse largas horas con el mínimo consumo energético, término este que puede suponer el éxito o el fracaso en el desafío de julio. Su correcta gestión, la paciencia a la vez que la constancia serán no cabe duda que testigos de excepción y términos decisivos.
Pues en esas estamos, encadenando buenas sesiones aunque no tan largas como cabría esperar, pero sin contínuas en la escasa gestión del tiempo de la que dispongo. En todo caso tiempo que trato de emplear del mejor modo posible o como mejor lo disfruto a pesar de ser consciente de no cumplir con los cánones del training deportivo.
También estoy inmerso en un proceso de orden y coherencia en lo que es la nutrición y su influencia en el rendimiento deportivo, cuestión esta que también estará presente en esta aventura transpyr. De todos es sabido que en pruebas de larga duración, la correcta alimentación y su asimilación pueden ser importantes si no decisivas. Qué comer, cómo, cuánto y cuándo son factores determinantes. Para ello hay que ir haciendo pruebas y estar bien atento a las sensaciones que uno mismo tiene. Cada uno se conoce a sí mismo, y es mucha la literatura al respecto. La suplementación aterriza aquí con toda su fuerza para provocar sus dudas a la vez que mostrar su ambas caras. La correcta lectura de la situación en carrera a la vez que la regularidad tanto en la alimentación como sobretodo en la hidratación, se anticipan fundamentales. Así, probando sabores manzana, maracuyá, mango … uno parece que se da una vuelta por el Caribe o alguna que otra isla paradisíaca. Texturas, sabores, mezclas de colores para el antes, el durante y el después con efectos mágicos desconocidos. Como si un universo de nuevos elementos de la tabla períodica aparecieran de repente en el vocabulario normal del atleta. Vitaminas, aminoácidos ramificados … como si uno fuera experto en biología molecular y química cuántica. Qué lejos queda el bocadillo de chorizo y el plato de macarrones. Es como si uno no tomara toda esa comida de astronauta que deambularía por la inmensidad del ciberespacio sin estación espacial internacional donde agarrarse. Pues en esas estoy, intentado acostumbrar a mi ya casi cuarentón ácido gástrico a tolerar modernas mezclas metabólicas a modo de gasolina sin plomo para un motor más bien diesel de bajo consumo. Esperemos que éste no gripe a las primeras de turno.
Para los fines de semana se reservan las jornadas más largas sobretodo en sistema delgado. La bici de carretera copa todo el protagonismo que se merece o almenos el que el encaje de bolillos me permite. Hoy mismo ruta de las buenas subiendo a 4 vents para bajar por Castellbisbal, St Andreu de la Barca, Corbera, Creu d' Aragall, Gelida, Piera, Esparraguera, Olesa, Vacarisses y Rellinars. 125 kms para 2400md+ y 22kms/h de media donde la sucesión de entrenos se ha hecho notar más bién por cansancio de piernas que por rendimiento. Ha tocado emplearse tanto en la subida a Vacarisses como en la llegada als Caus. En todo caso, sesión idónea pensando en preparación Transpyr.
Seguiremos pues con la mirada puesta en julio. Para la Mussara a la que tenía que ir el sábado próximo, no estaré por problemas de agenda familiar. Al final todo no se puede y habrá que cambiar el dorsal por sesiones domésticas cercanas al hogar. El fin de semana siguiente mientras las Qks estén por Beseit reconociendo sus Ports, yo estaré por Mallorca comiendo ensaimadas, así que más vale que vaya aprovechando cada oportunidad que pueda para ir poniendo estas patas a la altura del acontecimiento que se nos avecina en el Pirineo.