jueves, 20 de septiembre de 2012

VOLTA A LA CERDANYA'12-VOLTA AL CADÍ

Suena el despertador a las 4:30h. La hora de salida es a las 6:00 desde la puerta de la Iglesia en Guardiola de Berguedà. Ducha, desayuno completo y sobre la bici para dejar el petate en la furgoneta. En esta ocasión el roadbook ofrecido por la immejorable organización de Probike será el gps que nos guíe por toda la orografia de la inmesa y querida Serra del Cadí.


Con el briefing de la noche anterior quedó claro el orden de salida. Unas cincuenta parejas saliendo desde el 23 siendo nosotros el trío número 3. Cada veinte segundos se iniciaba el trayecto cruzando el puente. Sobre las 6:10 poníamos los garmin a 0 para ir viendo los parciales en cada una de las viñetas. Pronto la cosa empezaba a inclinarse. Nos juntábamos dos trios de Qk’s cada una con su luciérnaga particular y con una larga jornada por delante. Empezábamos la subida entre la oscuridad donde tres 29 se enfrentaban a otras tantas 26. Al final el eterno debate que no viene sino a confirmar que el que manda es el ciclista que va encima según el perfil y el recorrido que se elija.

Parece que va amaneciendo el día mientras seguimos pedaleando entre tanto bosque prepirenaico. En el horizonte parece que el sol empuja para salir. Nosotros coronamos en Coll de la Bena y seguimos hacia la Bauma tras pasar por Sant Martí. Recuerdo los magníficos senderos que cruzan por allí en el recorrido caballero. Cavalls del Vent pasará por allí en unas semanas. Seguimos en grupo compacto. En subida cada uno decide su ritmo. Los primeros 25kms son segun el perfil de subida continuada y no conviene excederse. Las vistas además invitan a deleitarse con el Pedraforca enfrente. A los pies de Gosolans y siguiendo continuamente la pista al fin se corona tanta subida para tumbarse en el prado mientras los demás van llegando. Es lo que tiene la bici y la montaña, que se viven momentos únicos. Día despejado y algo de frescor, más tarde el infierno del sol dictará sentencia.

Después de subir toca bajar de ahí que nos acerquemos a la preciosa Josa de Cadí donde nos espera el primer control y desayuno tras un par de kilómetros de asfalto. Pueblo solitario que hoy verá cruzar algunas biciletas. Nos lo tomamos con calma, hemos decidido venir a disfrutar de la experiencia y todo no va a ser esfuerzo. Bocadillo de fuet, isotónica, frutos secos, algo de chocolate, naranja y plátano. En este sí que está la coca cola algo fresca.

Empezamos el siguiente puerto. Parece corto pero sube. No resulta ser tan corto. Una Scott 29 decide poner tierra de por medio. Los demás empezamos a sudar y el sol ya está calentando. En cada coll nos reagrupamos, de momento el roadbook es perfecto y no ofrece dudas. Incluso entretiene ir pasando páginas. De momento el recorrido es muy pistero, pero por inédito se hace muy bién. En el descenso un pequeño rasguño de chapa y pintura pero nada importante. Es lo que tiene el ir con neumáticos nuevos más grandes de lo normal. Seguimos en busca del río donde atravesar un prado para ascender por sendero de piedras cerca de nuestro segundo avituallamiento. Estas son las zonas que nos gustan. Esas de hacer despacio a molinillo haciendo equilibrios encima de la bici. Hay que acudir a bajar la cremallera del maillot y dejar que el radiador ventile algo. La temperatura sube. Alcanzamos pistas de tierra roja y nos acercamos al tramo de orientación. Antes reponemos fuerzas con las tostadas de queso y jamon dulce. Las piernas van bien. Todo y llevar dos botes de agua, el calor va haciendo mella. Cada uno en su ritmo pero ninguno hemos venido a pasear. Todos vamos con nuestro esfuerzo en solución de continuidad. Las paradas al menos sirven para aliviar esas subidas de pulsaciones. Empezamos por una pista tras el asfalto y habrá que buscar dos fitas a lado y lado del camino. Nos juntamos con otro trío de Port de la Selva. Sacamos el mapa, ya no tenemos dibujos que nos guíen. Habrá que tirar de intuición y experiencia. Lo de leer mapas tampoco es fácil y además hay zonas protegidas por presencia de gall fer en la zona. Dejamos la pista y nos metemos entre el bosque. En cada cruce acudimos a mapa más que a huellas. Confiamos en nosotros mismos y en Jordi y Josep. Cada curva de nivel, cada torrente, cada curva del mapa cuenta para seguir la senda correcta. Perfecto. El tramo de unos 10kms lo salvamos a la perfección sin un metro de más. Control 3 con unas vistas increibles sobre un Cadí dolomítico. Paredes brutales bañadas por avetos en sus faldas. Toca bajar a Toloriu y pronto habrá que llegar a Arsèguel tras una divertida y curveada trialera con timbas. Ninguna dificultad para las seis Qk’s expertas en estos avatares . Apuro las pastillas del avid delantero y cambiamos por metálicas en una fuente de agua fresca a los pies del pueblo.

A sus pies empieza también el brutal puerto a 80kms de la salida y a 25 de la llegada. No sopla ni gota de aire. Encima han desaparecido las sombras. A pleno sol y con plato pequeño intentado jugar con los piñones. Se hace largo. En cada curva le sucede una larga recta. Y una y otra vez. Este Coll de Josa no se acaba nunca. Tengo que acudir a la glucosa de los geles. Delante llevo un escuálido ciclista que se mueve ligeramente encima de la Sworks. Y yo a lo mío, a pecho descubierto y sudando la gota gorda. Las piernas bien, la fatiga mal. Son ya nuchas horas encima del sillín.

Al fin pasamos a la otra vertiente. Aún queda bajar a Martinet y rodar por el Segre. El control cinco nos sienta fatal. Al menos a mi. Llevo demasiadas mezclas ingeridas. Uno acude a comer sin realmente tener hambre pero sabedor que es necesario para evitar el pajarón. Al final un zumo medio caliente se me repite en el estómago y me deja medio ko para acabar la etapa medio en condiciones. Vamos rodando por la vega del río Segre. Pasamos por la Central y vamos dirección Bellver. Antes pasamos por les Basses justo al otro margen del camping del mismo nombre. El río lleva bastante agua. Cada uno lo pasa fiel a sus estilo. Unos encima de la bici, otros haciendo equilibrio por las piedras, otros descalzos. La cuestión es pasar bajo el arco naranja y dar por finalizada la jornada de 107kms, 3700md+ a un ritmo de 12min/km.

Nos alojamos en el bungalow número 1 con un okupa al que pronto desahuciamos. Ducha y masaje y puntualmente en el chalet para ver los goles del argentino. A la media parte briefing pasando las páginas del roadbook y cena copiosa para reponer. Algunos licuando yogures otros mezclando sabores, algunos pasta, otros arroz y ensaladas en abundancia. Más pronto que tarde en la buhardilla tirados sobre los colchones intentando conciliar el sueño lo antes posible sabedores de la derrota de los blancos.

Esta vez suena el despertador a las 5:00am. Toca estar a las 5:30 desayunando para salir en neutralizada hasta Talló. Los primeros en salir serán los últimos del día anterior o sea que salimos más bien pronto pasados unos minutos de las 7:00. Las primeras pedaladas son más bien desagradables. El día empieza a despertarse y será cuestión que lo hagamos también nosotros a medida que otros más rápidos nos van pasando. Nos entretenemos viendo las monturas de cada uno y siguiendo nuestro flamante nuevo roadbook. No hay pérdida subiendo a Coll de Pendís por la pista pasando por Cortals de l’ Ingla. En esta subida nos ponemos dos 26 y una 29 a poner tierra de por medio. Que la jornada de hoy sea más corta nos anima a apresurarnos, pero más vale no confiarse que cuestas haberlas haylas. Son unos 12kms de subida continua por pista. Hacerse se deja hacer pero el ritmo vivo es el que se impone. A la altura de Ingla las curvas se empinan. Pronto coronaremos y nos refugiaremos entre los rayos que ya asoman detrás del primer control mientras esperamos. De nuevo los seis bajamos esta vez por pista ancha hasta Serrat y más abajo Riu de Cerdanya. Toca subir por asfalto hasta Alp para empezar el ascenso a la Masella. Las primeras cuestas cuestan. Tiramos de molinillo para llegar al cruce y dejarnos caer hasta alcanzar el desayuno. Nos sienta de maravilla pero nos anticipamos a la subida hasta Coll de Pal. Habrá que cruzar pistas de ski que usualmente suben. Después del parking la primera de todas nos funde. Hay que armarse de paciencia e incluso concentrarse para no caerse. Tras un primer tramo duro, le sucede uno más estrecho lleno de piedras y escalones donde hay que exprimirse para no sucumbir. También superado. Respiramos hondo, está a punto de caer el segundo de los escollos del día y sólo quedará uno. Seguimos hasta ver Coll de Pal y un nuevo Coll de Jou, Estamos a dos mil metros y aprovechamos para hacer unas fotos de rigor en las señales final de puerto. Agrupamos y bajamos por asfalto unas curvas hasta romper de derechas a la altura del chalet para subir a Coll de la Bofia. Control antes de iniciar el descenso. Primero nos asomamos a las preciosas vistas dels Orris. Espectacular mirador dominando toda esta vertiente del Cadí. Pedraforca al fondo con sus dos enforcaduras y su inigualable gravera central.

Bajada en dirección a Gavarró. Hay que dejarse los frenos y bajar concentrado para evitar cualquier susto. La bajada es larga, la salvamos todos ok.Nos acercamos al auténtico calvario. Sabíamos de antemano que la última pirámide sería muy dura. No nos imaginábamos que las rampas que pronosticaban fueran de esos porcentajes y esa continuidad. Y encima a treinta grados con un sol de justicia. Los dos botes de agua en ocasiones se hacían insuficientes. También los piñones. Sudor en torrente para alcanzar al fin una de las viñetas más buscadas. La de un prado que atravesar y continuar por pista de hierba. Al fin coronado a la altura de la canal mala con acceso a Rebost con la satisfacción por haber superado el desafío. Pero aún quedaba uno. Justo después del llano, una pendiente de más de dos dígitos. Esa sí era la última. Y por ser la última la más trabajada. De las de ponerte en la punta del sillín, retorcerse y forzar las piernas al límite. También las pulsaciones. La alambrada del medio nos obliga a poner un pie. Y seguimos. Salvada esa última cuesta uno esboza una leve sonrisa advirtiendo que al final la subida no ha podido contigo y que has dado el máximo. Esa es la satisfacción después del esfuerzo, su recompensa. Al final segunda etapa Bellver-Guardiola por Coll de Pal, 70kms y 2500md+.

Bajamos para llegar al último control donde se hacen masajes mágicos. Nos prometen que no queda ningún repecho, que no se pedala más. Efectivamente bajamos hasta alcanzar el asfalto tras seguir perfectamente el road book. Alcanzamos Guardiola. Creemos que es en la plaza de la Iglesia pero seguimos las banderolas. Nos esperan en el campo de futbol. Pere el primero en aplaudir. Si los primeros llegan esprintando nosotros nos dejamos caer. Jan tiene que cruzar antes, este fin de semana se ha licenciado con nota. Los demás tenemos una muesca más en nuestro haber. Salvamos la experiencia con sobresaliente. Ningún percance, ningun contratiempo, disfrutando al máximo, en un entorno incomparable. Dejándonos los cuernos en cada pedalada pero pedaleando en grupo. Compartiendo la filosofia del esfuerzo, la forma de ir en bici entre la naturaleza. Sin duda una gran experiencia y otra batalla que contar. Aquí la he contado, así me ha parecido. Nos llevamos en el recuerdo cada uno de los momentos que nos ha brindado este fin de semana. Largo tiempo para las Qk's.

3 comentarios:

  1. 70 kms y 2500 m. de acumulado la segunda etapa? A mi me salieron esos kms, pero el acumulado fueron 1500 (si hablemos del positivo, claro...).

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mi garmin forerunner me marca 2547 md+ al trasladar los datos al garmin connect.

      Eliminar
  2. Enhorabuena y me alegro que os guste y disfruteis de este maravillos parque de juegos!!. Des de mi torre de vigilancia y siendo nativo adoptado del Cadí, me permito afirmar que la ruta descrita en la segunda etapa se acerca más a los 2.500 metros de ascenso y sobrepasa con creces los 1.500.

    ResponderEliminar