domingo, 24 de noviembre de 2013

BTT EXTREM

Nombre con el que se conoce a las dos últimas salidas de btt realizadas este pasado jueves y esta mañana de domingo cuando las temperaturas apenas sobrepasaban los cero grados.De hecho, el jueves a las nueve de la noche el garmin edge 800 llegó a marcar -1,7º. Eso en bici de montaña y con el viento soplando de costado es frío del bueno.
Quedábamos a las 21 en el Progrés para ir a buscar a Albert al carril bici. Puntuales pasábamos por Bon Aire y nos dirigíamos por Font de la Misèria para subir por la hípica. En las primeras cuestas nos encontramos con otro grupo nocturno e immediatamente el entreno en zona 2 pasó a ser entreno en zona 5 y tocando el rojo. La subida por la Font del Sr Ramon y en dirección al Troncó es rodadora y con muy buen firme siempre picando hacia arriba. Aún recuerdo la caída en una zona sin apenas dificultad que me dejó el costado derecho maltrecho este pasado verano. A unos metros de Troncó, subida hasta Pl Catalunya y totalmente expuestos al viento, cruce de Diagonal y para arriba por Foradades. Vendaval del bueno que en ningún caso hace abortar, pero seguimos fieles al perfil pactado y subimos por Torrota hasta Pou de Glaç. No hay descanso so pena de suycumbir a la congelación. La noche va cayendo y con ella la temperatura. Llevo todo lo posible con escarpines y guantes de gore tex. Head band y buff primordial y en dirección a Roca del Corb. Esta vez la dejamos de izquierdas y no nos paramos como es costumbre y bajamos por el divertidísimo sendero donde el agua se ha encargado de poner alguna que otra dificultad extra. En este único punto es donde la 26 gana a las 29. Llegamos a los emporlanaos y ya bajamos por urbanización y riera hasta despedirnos de Albert y continuar por Can Torrella y Q8 una vez el sudor se ha congelado y por ende nosotros  una vez bajamos por Galileu.Al final 29 kms y 900md+ para llegar a casa a las 23:15h.

Hoy domingo nos juntábamos cuatro enfermos sabedores todos que la jornada no iba a ser de las fáciles. El hecho de tener que estar pronto en casa y hacer salida corta no quiere decir qwue vaya a ser fácil. Más bien al contrario. Es en este caso cuando le entran las prisas a todo el mundo y la salida del domingo se convierte en una auténtico calvario.
8h en la Bolera de Matadepera. Capità, Lopes, Putxi y yo. Tres 29ers contra mi 26. Antes de empezar creo que tengo que tirar la toalla. No hay nada que hacer. Hay que ver la que han liado las marcas. Si quieres ganar a tus amigos te tienes que cambiar de bici. Pues conmigo la tienen clara. No está el horno para tener que cambiarme las dos bicis. Mis patitas se van a tener que conformar con las monturas que hay, y si quieres ir más rápido no tendrán otra que entrenar más.
Pasamos por la Font de la Tartana y nos vamos a buscar la Kitty. A la que me pongo yo delante no hago otra cosa que hacer tapón pues llevo a las 29's pegadas a rueda. Volvemos arriba a ritmo y me dispongo a superar el tranco del final. Hay veces que no hay mejor modo que ver como los demás lo hace. Esta vez Josep como buen mochilero me muestra el camino a seguir. Total que tomo la curva con el tercer piñon, acelero al máximo y equilibro los pesos de la bici para superar el escalón. Primera vez que lo consigo, lo que se transforma en una acelaración de la glánduila tiroides. Qué subidón, seguro que lo mejor de la salida.
Sabedor que ya tengo los deberes hechos, subimos por los senderos en busca de Coll de Grua. En ese punto es donde empieza una de las mejores bajadas de la zona. La bajada de la Castellassa o del Matagalls. Larga, variada, aérea, con la dificultad justa y sobretodo divertidísima. Pues eso, a disfrutar a pesar de la temperatura y las nubes. La gracia del bosque es que con unos días de lluvia como los que hemos tenido los caminos cambian y se transforman. Donde antes había piedra suelta ahora no la hay, te las encuentras todas acumuladas un poco más abajo. Total, que vamos salvando trancos y bajando a ritmo, y al llegar al final nos metemos de izquierdas. Ese es uno de los toboganes que sacan el hipo. Me adelanto yo aunque sea bajado para ver el espectáculo de como bajan las 29. Difícil. El S4 me juega una mala pasada y no me deja grabar la voltereta del capità en la parte baja. No hay otro modo de probar que tirarse para abajo. Cual trialeros dibujamos la trazada pero parece que hoy no va a ser el día. Más vale no arriesgar que el que más o el que menos somos ya padres de familia.
Volvemos pues, por senderos de vuelta en buscar de les Arenes para disponernos a subir en paralelo por la bajada de St Feliu del Racó. Molinillo y pulsaciones para llegar a la carena y bajar por Can Torres. Al final pinchazo insalcable de la scott que ha tenido que saldarse con una búsqueda del wrangler para llevar al capità al búnker.

Matinal pues de las buenas  como viene siendo ya de costumbre. Me da a mi que habrá que hacerse alguna analítica para ver si es el hierro, o el peso o la edad. Llevo ya demasiados días bajándome del podium y creo que lo de la montura será para próxiumas temporadas. Eso sí, por datos no me van a faltar. Para mi cumpleaños ha llegado a casa un garmin edge 800 que me va a tener entretenido unas cuantas semanas.

Cuando la nieve ya ha empezado a hacer acto de presencia en el Pirineu, el Skimo llama a la puerta para ver hasta dónde podemos llegar emulando al mismísimo Killian. Salvando las distancias, promete ser una muy buena temporada donde dejarse los wattios pegados en los skis. Por otro lado la Mussara está ya apuntada a finales de mayo (24) como objetivo de bici de carretera con sus 187kms y 3200md+ por una zona del territori català que no tengo el placer de conocer.

Ahí seguimos, con las matinales de 6 a 6:45 tres o cuatro días por semana, las nocturnas de btt, los trailrunnings de los viernes y a ver si coloco el rodillo en el despacho para que no se diga que no lo amortizo. En lista de espera para la Congost de marzo habrá que ir preparando el calendario no tanto en competiciones pero sin en sesiones de las que me gustan. De aquí a Navidad, qué duda cabe que el día más especial el entreno previsto para el 15 de ciciembre en la Alsina del Sal.lari. Allí estaremos.

lunes, 11 de noviembre de 2013

MY MOUNTAIN MARATHON: MONTSENY '13

SUNDAY 10th NOVEMBER. St Esteve de Palautordera. Dedicated to Lucia. 42kms y 2700d+ (5400m desnivel acumulado) Ascenso a Matagalls y Turó de l' Home. Otoño, Parque Natural Reserva de la Biosfera.

 La de esta mañana seguramente sea la maratón más bonita que haya disputado nunca. Y quizá sea también la más dura. En qué quedamos? Pues eso, una cosa no quita la otra. Algo más de seis horas empleadas en trazar un recorrido increible perfectamente marcado por la organización con sendos kilómetros verticales por uno de los parajes más bellos del territori català a una hora escasa de donde vivo.

Creo que fue antes del verano que junto a Juanjo y Rafa, dos compañeros de batallas, nos inscribimos a esta tercera edición. Como siempre ocurre con las inscripciones anticipadas es que nunca sabes cómo vas a estar tres, cuatro o seis meses después. En mi caso creo que me percaté la misma semana que este domingo tocada competición.

Y menuda competición. Salida puntual a las 8 de la mañana con una temperatura perfecta y casi mil corredores de montaña ocupando un precioso pueblo a las faldas del macizo. El ambiente que se vive en la salida de estas pruebas de montaña es especial. El que está ahí es porque quiere y sabe a lo que se enfrenta. Aquí no hay ni apariencias ni medias verdades ni fanfarrones. El que está ahí es porque sabe a lo que se enfrenta y sabe además que puede superar el desafío. El nivel por tanto es más bien alto. La palabra maratón puede llegar a ser asumible, pero 2700md+ concentrados en dos subidas son ya palabras mayores.

 Y yo metido en tal fregado sin apenas mentalización. Uno anticipa la prueba, prepara el material, dibuja estrategias, se planifica ... Pues ahí va él, cual anarquista a pasarse por el forro todo el sistema. Garmin en marcha. Importantísimo empezar suave e ir atento a las sensaciones. En el perfil revisado horas antes aparecen las temidas subidas. Sabedor que el papel lo aguanta todo acudo a experiencia que es lo que tiene el irse acercando a la cuarentena, y afronto esa primera parte con muy buenas maneras sintiéndome bien de piernas y sin subir de pulsaciones a pesar de que el perfil iba poniéndose progresivo.

Como bien dice la escuela de Pablo, cualquier intento de grupo y carrera conjunta pronto desaparece de la realidad. Esto es una carrera individual. Cada cual toma sus decisiones y opta por uno u otro ritmo. El canario, ni verlo. Conociéndolo, a la mínima que se haya encontrado bien ese va subiendo al sprint. Juanjo, que cada vez está más curtido en esto y lleva parches por todos lados planea ser más conservador. Yo que voy a la mía, pronto me encuentro con la primera del día: un chaval de 13 años, Eric, dispuesto a afrontar un nuevo reto. Brutal. Pasamos un par de avituallamientos.

 Hoy voy como sigue. Ropa y zapatillas Asics. Las Fuji Trabuco perfectas excepto el haber optado por no poner plantillas, lo que parece que me está haciendo salir alguna ampolla en pie izquierdo. Manguitos Hoko, chaleco Qks, head band Buff y calcetines salomon y gafas oakley. Nada más. Eso me obliga a aprovechar las paradas. Brutal la tercera en un hall de un hotel. De momento acudo sólo a líquidos. Pronto me daré cuenta que habría ido bien comer algo más, pues justo dejar ese control, iniciamos un ascenso interminable. Brutales cuestas nos separan de la cima del Matagalls. La altimetría del garmin se rinde a la evidencia que faltan muchos metros. Al echar la vista arriba se ve por donde van los corredores que te anteceden. A nuestro alrededor algunos matorrales de boix grèvol preciosos preparándose para la época navideña. Planta en peligro de extinción y protegisa de hoja punzantes y preciosos granos rojos. En estado salvaje uno va poniéndose en situación que vamos cruzando un parque natural sin parangón.

 Lo bueno que tienen las alturas es que te deleitan con unas vistas espectaculares. Ese es el caso. Al coronar los prados superiores son preciosos, pero pronto adviertes la mala noticia. Tocará bajar en vertical para enfrentarse a un coloso que se dispone mayestático enfrente nuestro: el todopoderoso Turó de l' Home y sus 1700m. En la bajada ya veo que las patas se van endureciendo. Ya no corro todo lo suelto que querría. Que te adelanten algunos corredores ya es síntoma que la cosa no va muy bien. Por primera vez percibo que necesito reponer fuerzas. Y burro de mi me entran las prisas y no como lo suficiente. A la postre lo pagaría en las Agudes. Menudo subidón. No de ánimo, sino de pendiente. Y aún no hemos llegado al ecuador de la carrera. Y hay que coronar las Agudes entre bosques de castaños increibles y alfombras de hojas rojas. No estoy para fotografías. Se me desencaja el semblante. Casi que me mareo en alguna ocasión. Me agarro a alguna roca, vaya tela. Se oyen gritos de ánimo a lo lejos. En montaña el viento acerca y aleja voces. Miro hacia arriba y aún se ve mucha subida a lo lejos. Se me está eternizando el escollo. Justo en el último paso me detengo. Un grupo de animadores me gritan y me dan alas. Ahora las necesito. Quiero volar pero no puedo. Al fin alcanzo el Coll de les Agudes. Solo hay que llanear y crestear por la cima para acercarse al Turó masculino.

 Esta vez no me pilla el toro. Más bien me pillo membrillo. Me devuelve a la vida. También el chocolate, mucho isotónico y el más preciados de los líquidos elementos. La inhodora, insabora e insípida me resucita cuando hace unos minutos en Agudes casi me hace vomitar. Me siento en el peldaño de la furgoneta. Analizo la cara de los demás. Creo que la mía está algo más desencajada por no decir pálida. Pronto tocará bajar. Antes faltan unos metros para pasar por cima. No estamos para regalos. 12 kms dejándose caer y ya llegamos. Qué fácil parece así. Eso es un mundo. Y más si uno tiene tobillos más de gorrión que de potrenco. Efectivamente, pronto me retuerzo el tobillo derecho. Qué dolor. Y a las primeras de cambio. Por un sendero incomodísimo lleno de piedra suelta. Ya que bajamos podrían alisarlo un poco. Pues no, me pego un viaje en el pie que me deja sin aliento. Qué dolor. Ese ya pasó por lo mismo en Cavalls. Pues toca esperar unos minutos que los tendondes se pongan en su sitio. Hoy deja molestia. Si problema hay en el tobillo, los músuclos de las piernas se han transformado en madera. Menudos bloques. Llevo piernas de plomo. En una de esas hago mi flexión de cada carrera. Me tiro al suelo y aterrizo con las palmas. Esta vez sin ambos círculos, pero el empeine izquierdo se ha acariciado contra un canto de una piedra y me maltrecho el pie. O sea que me he comprado todas las papeletas para que me toque el premio del mejor descenso.

Estoy para coger un ala delta. Al fin llego al avituallamiento de la bajada. Faltan 8kms para el final. Sólo, no, aún. Vaya tela. En menudo fregao me he metido yo solito. Hoy va a tocar tirar de fondo de armario.

Últimamente acudo a él demasiado. Habrá que organizarse, buscar un entrenador, planificar bastante mejor o ser más coherente. Ese análisis lo dejo para una entrada aparte.

Hoy también me acuerdo de Lucía. De hecho creo que cada día me acuerdo de ella. Veo a mi hija Carla y cuando ríe me transporta a Lucía. Hoy acudo a su recuerdo y quiero dedicarle esta primera maratón. La mejor de ellas va dedicada a esta preciosa niña que nos dejó hace unas semanas. Pero una cosa es la fuerza mental y la otra la física. Una cosa es correr y otra arrastrarse. Soy más bien caracol que gacela. Sí, pero la tortuga ganó también a la liebre.Sólo faltan 4. Esto ya toca a su fin, pero hay que correrlos. Como se pueda, pero correrlos. Me acuerdo de la teoría de Pablo. Entre trotar o andar hay un abismo. Ya no vendrá de aquí. Pasamos por un magnífico torreón. A los del perfil les ha encantado ponernos senderos preciosos y entretenidos. Yo no voy para muchas atracciones. Nos acercamos a St Esteve. Nunca antes me había gustado tanto el asfalto y las urbanizaciones. Eso quiere decir que ya casi estamos. Afronto la última recta. Hay alfombra roja, como en Hollywood. Me emociono, miro hacia arriba, alzo mis brazos apuntando con el dedo. Ella nos mira desde allí. Yo hoy le dedico la gesta. Menuda batalla. Otra guerra más. Con el escudo maltrecho, con alguna cicatriz, la espada astillada, la armadura descompuesta, el casco torcido ... menuda cruzada, ni el arquero del rey Arturo más bien parezco el limpiabotas de la corte. Pues eso, tuercebotas.

Casi ni me espero, agarro un par de aguas, no como nada pues no puedo ingerir y sólo deseo llegar al coche para sentarme. Cambio las asics, por las k-swiss. Qué alivio. Me dirijo a la autopista. Por los maravillosos senderos de hace un rato iba algo más lento. Eso sí, así he podido estar más rato con ellos. Es lo que tiene no ser de los primeros. Ni tan siquiera del centenar, que nosotros pasamos más rato en la montaña que ellos. Y si es en otoño, entre castaños, encinas y hayas, en un Parque Natural como el Montseny, en un día entre nubloso y soleado, con buena temperatura y por un recorrido espectaular, pues eso que me llevo, me lo llevo en el mejor de mis recuerdos, a pesar de las secuelas, me lo llevo para mí, sólo yo sé lo que para mí significa, aunque aquí lo cuente, hay cosas que sólo se llevan por dentro.

 Montseny, hoy Lucía también ha estado contigo. El mejor de los bosques y la mejor de las sonrisas. Gracias por estar ahí y haberla acogido.

 Un abrazo a todos,

Hoy su tía ha sido bronce en veteranas en el Campeonato de España de Km Vertical. Vaya crack. Sigue así, tu sobrina te necesita. Tu sobrino aún más, seguro que Salva está orgulloso de su tía.

 En cuanto pueda cuelgo fotos. Voy a ver si a la segunda consigo conciliar el sueño. Ya os lo he explicado todo, ahora ya puedo descansar más tranquilo. Eso sí, mañana me voy a trabajar en bici, y prometo desplazarme por la oficina con la silla de un lado a otro. Por cierto, quin mal de mugrons, no olvidéis nunca acudir a la vaselina.

martes, 5 de noviembre de 2013

HALLOWEEN NO CASTANYADA

Nuncame hubiera imaginado yo las consecuencias que puede acarrear llevar a cabo una actividad deportiva cualquiera cuando uno tiene sueño. Algo me habían comentado de la segunda noche en la Ultra Trail del Montblanc con más de treinta horas de esfuerzo. Nunca me pensaba lo que suponía andar estando muerto de sueño y deseando cerrar los ojos por un instante hasta que no me enfrenté a los 40kms nocturnos de la I Travesía CTLF-Montserrat. Si bien es verdad que llevo unas semanas lastrado por el cansancio que supone levantarse casi todas las mañanas a las 5:45h para salir a correr por la ciudad durante 45',lo de este viernes fue de festival. Tras improvisar una salida en bici delgada de 104kms esa misma noche había programada una caminata fácil sobre el papel pero muy dura en su transcurso. Lo de la bici de carretera tuvo también su miga. El recorrido no por habitual menos interesante. Llegando a St Llorenç Savall y subiendo a Gallifa, pasando por St Feliu de Codines y alcanzando St Miquel del Fai. Hasta aquí todo bién, sometido a los ritmos del Capità con un flamante Tarmac, y al dictado de un Teutón de piernas largas y afinadas. Ya en el perro teniendo que tirar de fondo de armario y sucumbiendo en las cuestas del Fai. Descanso inevitable en St Quirze Safaja y nuevamente en faena para llegar a Castellterçol y subir a Granera. Alcanzado elkm 25 y la V, todas una Estenalles para dejar el resto y rendirme a la evidencia de mi mal estado de forma en comparación con los otros dos galgos. El no poder echar la siesta hacía presagiar lo que inexorablemente iba a ocurrir por la noche. Puntuales a la cita en el Club, 9 intrépidos aventureros nos atrevíamos a enfrentarnos a lo desconocido. A las 21:15h dábamos el pistoletazo de salida a nuestra particular travesía. Y nada de ir por el camino más corto. Ni el más recto. Tenía en mente y así lo grabamos en el garmin alcanzar el Camí dels Monjos y rodear Terrassa para pasar por Matadepera y en les Pedritxes tomar el camino de la Matagalls Montserrat. Ello supondría recoger a Josep tres horas después del punto de partida tras hacer avituallamiento en la terrassa junto a la piscina de colores. El tramo más feo sin duda el de asfalto de ciudad por Torressana y la Grípia. Una vez en camino de tierra la cosa se iría poniendo interesante una vez superado el tramo emporlanado de las Pedritxes. Alcanzada la Torrota de l' Obac, iniciaríamos descenso en dirección a Vacarisses.Sin duda el mejor de los tramos. Valía la pena tomar ese itinerario y seguir el perfil que a pesar de ser másb largo y con más desnivel era sin duda alguna más interesante. Alicia, Ori, Marta, Txema,Imma, Ramon, Rafi, Josep, Elena y yo. Todos sabedores de lo ambicioso del proyecto, nadie osaba en quejarse lo más mínimo. Seguramente yo el más quejoso de todos. Qué sueño por Dios. Dejarme que me estire cierre los ojos que me voy a dormir de pie. Ni adrenalina ni cafeina ni fino la ina. Nada que pudiera quitarse esa sensación moribunda. Y en esas ir pasando las horas y los kilómetros. En los llanos de Vacarisses en dirección a Monistrol agarrado al brazo de Elena cual lazarillo intentando conciliar el sueño. Y ya bien entrada la noche, casi saludando al nuevo día alcanzamos los pies del macizo. Un ibuprofeno y un café corto parecen devolverme la vida.Y con ellos nos disponemos a superar 650m d+ en 4kms para llegar al santuario. Espectacular subida la del Camí de les Aigües. Último esfuerzo y últimos peldaños. Llegada tras 11h de caminata continua a la parada del cremallera junto a la plaza del Monestir. Visita obligada a la Mare de Déu de Montserrat y cita igualmente importante con el recuerdo de Lucía. La llama que aún prende me evoca su sonrisa y su cariño. Recuerdo como si fuera hoy esa felicidad que desprendía. Me llevo conmigo ese recuerdo de verla feliz jugando con mis hijas, difrutando en el agua, montándose en la feria ... y en seguida pienso en Salva. Su hermano igual de feliz que de cariñoso. Que nos ayudó a todos a sobrellevar la dureza y el dolor del momento. Y la tristeza deviene felicidad de inmediato al pensar que tiene la suerte de tener con él a una gran familia que le guuiaráy le ayudará en todos sus días. Recuerdo también a sus padres. Qué dolor. Indescriptibles momentos de sentimiento más profundo. Y no puedo hacer otra cosa que acompañarles y estar junto a ellos. Y seguirles, y estar ahí. Todas las horas para llegar a encender esa vela. Esa luz con la que dar calor a todos esos sentimientos,y perpetuar esa llama para recordar que Lucía siempre permanecerá ahí, en ese recuerdo. Y siempre estará precisamente con esa sonrisa infinita. Alcanzado el objetivo que nos llevó a Elena y a mi a llegar a Montserrat, me disponía en la mañana del domingo a cruzar algunas rieras esta vez con la bici de ruedas gruesas. Subida a Can Torres y bajada por la mejor de las trialeras de la zona:La Castellassa. Tan larga como entretenida con algunos pasos comprometidos y mucha piedra suelta. Tirar de técnica y experiencia para no sucumbir a la dolorosa caída. Acceso a les Arenes para dejarnos guiar por el Senglar y alcanzar algunos tramos preciosos de la riera de St Llorenç. Con alguna emboscada que otra como nos tiene acostumbrados, botifarra en la Fonda donde aliñada con allioli y cerveza poníamos rumbo de vuelta eso sí repitiendo una espectacular bajada hasta Castellar. Vuelta porla Christmas y Can Déu para acabar a las 14h con 50kms en las piernas pero con una mueca de oreja a oreja tras llegar casi a los 200kms en el fin de semana. Estamos a las puertas de la Marató del Montseny. Este domingo junto a Juanjo y Rafa nos enfrentaremos a los 42 otoñales en uno de los parejes más bellos del escenario catalán. Veremos como estamos de fuerzas,pero sea como fuere prometo pasármelo en grande disfrutando junto al cordovés de los mil trapicheos.