lunes, 11 de noviembre de 2013

MY MOUNTAIN MARATHON: MONTSENY '13

SUNDAY 10th NOVEMBER. St Esteve de Palautordera. Dedicated to Lucia. 42kms y 2700d+ (5400m desnivel acumulado) Ascenso a Matagalls y Turó de l' Home. Otoño, Parque Natural Reserva de la Biosfera.

 La de esta mañana seguramente sea la maratón más bonita que haya disputado nunca. Y quizá sea también la más dura. En qué quedamos? Pues eso, una cosa no quita la otra. Algo más de seis horas empleadas en trazar un recorrido increible perfectamente marcado por la organización con sendos kilómetros verticales por uno de los parajes más bellos del territori català a una hora escasa de donde vivo.

Creo que fue antes del verano que junto a Juanjo y Rafa, dos compañeros de batallas, nos inscribimos a esta tercera edición. Como siempre ocurre con las inscripciones anticipadas es que nunca sabes cómo vas a estar tres, cuatro o seis meses después. En mi caso creo que me percaté la misma semana que este domingo tocada competición.

Y menuda competición. Salida puntual a las 8 de la mañana con una temperatura perfecta y casi mil corredores de montaña ocupando un precioso pueblo a las faldas del macizo. El ambiente que se vive en la salida de estas pruebas de montaña es especial. El que está ahí es porque quiere y sabe a lo que se enfrenta. Aquí no hay ni apariencias ni medias verdades ni fanfarrones. El que está ahí es porque sabe a lo que se enfrenta y sabe además que puede superar el desafío. El nivel por tanto es más bien alto. La palabra maratón puede llegar a ser asumible, pero 2700md+ concentrados en dos subidas son ya palabras mayores.

 Y yo metido en tal fregado sin apenas mentalización. Uno anticipa la prueba, prepara el material, dibuja estrategias, se planifica ... Pues ahí va él, cual anarquista a pasarse por el forro todo el sistema. Garmin en marcha. Importantísimo empezar suave e ir atento a las sensaciones. En el perfil revisado horas antes aparecen las temidas subidas. Sabedor que el papel lo aguanta todo acudo a experiencia que es lo que tiene el irse acercando a la cuarentena, y afronto esa primera parte con muy buenas maneras sintiéndome bien de piernas y sin subir de pulsaciones a pesar de que el perfil iba poniéndose progresivo.

Como bien dice la escuela de Pablo, cualquier intento de grupo y carrera conjunta pronto desaparece de la realidad. Esto es una carrera individual. Cada cual toma sus decisiones y opta por uno u otro ritmo. El canario, ni verlo. Conociéndolo, a la mínima que se haya encontrado bien ese va subiendo al sprint. Juanjo, que cada vez está más curtido en esto y lleva parches por todos lados planea ser más conservador. Yo que voy a la mía, pronto me encuentro con la primera del día: un chaval de 13 años, Eric, dispuesto a afrontar un nuevo reto. Brutal. Pasamos un par de avituallamientos.

 Hoy voy como sigue. Ropa y zapatillas Asics. Las Fuji Trabuco perfectas excepto el haber optado por no poner plantillas, lo que parece que me está haciendo salir alguna ampolla en pie izquierdo. Manguitos Hoko, chaleco Qks, head band Buff y calcetines salomon y gafas oakley. Nada más. Eso me obliga a aprovechar las paradas. Brutal la tercera en un hall de un hotel. De momento acudo sólo a líquidos. Pronto me daré cuenta que habría ido bien comer algo más, pues justo dejar ese control, iniciamos un ascenso interminable. Brutales cuestas nos separan de la cima del Matagalls. La altimetría del garmin se rinde a la evidencia que faltan muchos metros. Al echar la vista arriba se ve por donde van los corredores que te anteceden. A nuestro alrededor algunos matorrales de boix grèvol preciosos preparándose para la época navideña. Planta en peligro de extinción y protegisa de hoja punzantes y preciosos granos rojos. En estado salvaje uno va poniéndose en situación que vamos cruzando un parque natural sin parangón.

 Lo bueno que tienen las alturas es que te deleitan con unas vistas espectaculares. Ese es el caso. Al coronar los prados superiores son preciosos, pero pronto adviertes la mala noticia. Tocará bajar en vertical para enfrentarse a un coloso que se dispone mayestático enfrente nuestro: el todopoderoso Turó de l' Home y sus 1700m. En la bajada ya veo que las patas se van endureciendo. Ya no corro todo lo suelto que querría. Que te adelanten algunos corredores ya es síntoma que la cosa no va muy bien. Por primera vez percibo que necesito reponer fuerzas. Y burro de mi me entran las prisas y no como lo suficiente. A la postre lo pagaría en las Agudes. Menudo subidón. No de ánimo, sino de pendiente. Y aún no hemos llegado al ecuador de la carrera. Y hay que coronar las Agudes entre bosques de castaños increibles y alfombras de hojas rojas. No estoy para fotografías. Se me desencaja el semblante. Casi que me mareo en alguna ocasión. Me agarro a alguna roca, vaya tela. Se oyen gritos de ánimo a lo lejos. En montaña el viento acerca y aleja voces. Miro hacia arriba y aún se ve mucha subida a lo lejos. Se me está eternizando el escollo. Justo en el último paso me detengo. Un grupo de animadores me gritan y me dan alas. Ahora las necesito. Quiero volar pero no puedo. Al fin alcanzo el Coll de les Agudes. Solo hay que llanear y crestear por la cima para acercarse al Turó masculino.

 Esta vez no me pilla el toro. Más bien me pillo membrillo. Me devuelve a la vida. También el chocolate, mucho isotónico y el más preciados de los líquidos elementos. La inhodora, insabora e insípida me resucita cuando hace unos minutos en Agudes casi me hace vomitar. Me siento en el peldaño de la furgoneta. Analizo la cara de los demás. Creo que la mía está algo más desencajada por no decir pálida. Pronto tocará bajar. Antes faltan unos metros para pasar por cima. No estamos para regalos. 12 kms dejándose caer y ya llegamos. Qué fácil parece así. Eso es un mundo. Y más si uno tiene tobillos más de gorrión que de potrenco. Efectivamente, pronto me retuerzo el tobillo derecho. Qué dolor. Y a las primeras de cambio. Por un sendero incomodísimo lleno de piedra suelta. Ya que bajamos podrían alisarlo un poco. Pues no, me pego un viaje en el pie que me deja sin aliento. Qué dolor. Ese ya pasó por lo mismo en Cavalls. Pues toca esperar unos minutos que los tendondes se pongan en su sitio. Hoy deja molestia. Si problema hay en el tobillo, los músuclos de las piernas se han transformado en madera. Menudos bloques. Llevo piernas de plomo. En una de esas hago mi flexión de cada carrera. Me tiro al suelo y aterrizo con las palmas. Esta vez sin ambos círculos, pero el empeine izquierdo se ha acariciado contra un canto de una piedra y me maltrecho el pie. O sea que me he comprado todas las papeletas para que me toque el premio del mejor descenso.

Estoy para coger un ala delta. Al fin llego al avituallamiento de la bajada. Faltan 8kms para el final. Sólo, no, aún. Vaya tela. En menudo fregao me he metido yo solito. Hoy va a tocar tirar de fondo de armario.

Últimamente acudo a él demasiado. Habrá que organizarse, buscar un entrenador, planificar bastante mejor o ser más coherente. Ese análisis lo dejo para una entrada aparte.

Hoy también me acuerdo de Lucía. De hecho creo que cada día me acuerdo de ella. Veo a mi hija Carla y cuando ríe me transporta a Lucía. Hoy acudo a su recuerdo y quiero dedicarle esta primera maratón. La mejor de ellas va dedicada a esta preciosa niña que nos dejó hace unas semanas. Pero una cosa es la fuerza mental y la otra la física. Una cosa es correr y otra arrastrarse. Soy más bien caracol que gacela. Sí, pero la tortuga ganó también a la liebre.Sólo faltan 4. Esto ya toca a su fin, pero hay que correrlos. Como se pueda, pero correrlos. Me acuerdo de la teoría de Pablo. Entre trotar o andar hay un abismo. Ya no vendrá de aquí. Pasamos por un magnífico torreón. A los del perfil les ha encantado ponernos senderos preciosos y entretenidos. Yo no voy para muchas atracciones. Nos acercamos a St Esteve. Nunca antes me había gustado tanto el asfalto y las urbanizaciones. Eso quiere decir que ya casi estamos. Afronto la última recta. Hay alfombra roja, como en Hollywood. Me emociono, miro hacia arriba, alzo mis brazos apuntando con el dedo. Ella nos mira desde allí. Yo hoy le dedico la gesta. Menuda batalla. Otra guerra más. Con el escudo maltrecho, con alguna cicatriz, la espada astillada, la armadura descompuesta, el casco torcido ... menuda cruzada, ni el arquero del rey Arturo más bien parezco el limpiabotas de la corte. Pues eso, tuercebotas.

Casi ni me espero, agarro un par de aguas, no como nada pues no puedo ingerir y sólo deseo llegar al coche para sentarme. Cambio las asics, por las k-swiss. Qué alivio. Me dirijo a la autopista. Por los maravillosos senderos de hace un rato iba algo más lento. Eso sí, así he podido estar más rato con ellos. Es lo que tiene no ser de los primeros. Ni tan siquiera del centenar, que nosotros pasamos más rato en la montaña que ellos. Y si es en otoño, entre castaños, encinas y hayas, en un Parque Natural como el Montseny, en un día entre nubloso y soleado, con buena temperatura y por un recorrido espectaular, pues eso que me llevo, me lo llevo en el mejor de mis recuerdos, a pesar de las secuelas, me lo llevo para mí, sólo yo sé lo que para mí significa, aunque aquí lo cuente, hay cosas que sólo se llevan por dentro.

 Montseny, hoy Lucía también ha estado contigo. El mejor de los bosques y la mejor de las sonrisas. Gracias por estar ahí y haberla acogido.

 Un abrazo a todos,

Hoy su tía ha sido bronce en veteranas en el Campeonato de España de Km Vertical. Vaya crack. Sigue así, tu sobrina te necesita. Tu sobrino aún más, seguro que Salva está orgulloso de su tía.

 En cuanto pueda cuelgo fotos. Voy a ver si a la segunda consigo conciliar el sueño. Ya os lo he explicado todo, ahora ya puedo descansar más tranquilo. Eso sí, mañana me voy a trabajar en bici, y prometo desplazarme por la oficina con la silla de un lado a otro. Por cierto, quin mal de mugrons, no olvidéis nunca acudir a la vaselina.

1 comentario:

  1. Una más para el jubilao de oro!!!!. Enhorabuena por augantar firme hasta el final, a las duras y a las maduras. Por cierto, si me hubieras preguntado ya te hubiera dicho que no hay bolets, que no hace falta que te tires para busacarlos...jejeje. Muy bien, otro fregao que te has metido pero otro que has salido, debes tener un armario con un fondo muy grande... Y qué más da si toca, no toca, si es lo mejor, si es prudente, si estás en plena forma, si te apetece y lo disfrutas, pues eso que te llevas!!. Felicidades Isma!!!

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