sábado, 30 de enero de 2010

PÁNICO EN EL TÚNEL

Reflexionando sobre lo que me contaba el otro día un conocido acerca de la ansiedad precompetitiva y las formas de autocontrol en situaciones límite.
En el caso de deportista amateurs como nosotros que simplemente competimos por diversión y de una forma lúdica parece increíble como también se producen cuadros de ansiedad propios de deportistaS de alto nivel o de élite. El atletismo en el que la lucha contra el reloj deviene eje fundamental en cualquier distancia el componente de presión es inherente. Igualmente en la natación al luchar contra la décima e incluso en el ciclismo al competir ya sea en linea o contrareloj.
Por eso cómo es posible que a nuestro nivel se den situaciones de angustia, de nervios, de estrés, de presión, de ansiedad. Qué elementos intervienen para desembocar en tales situaciones. Somos seres individuales pero en el deporte competimos contra nosotros mismos y contra los demás. Qué tiempo has hecho, a que ritmo ibas, qué tal te has encontrado... nos desenvolvemos en grupo y a pesar de ser deportes individuales también hay componentes grupales. Objetivos, metas, retos, marcas... del mismo modo que son alicientes y fines en sí mismos, tambien se pueden volver en contra y girarse contra uno mismo generando situaciones de angustia, de desconfianza, de inseguridad. En ese momento, es cuando interviene el factor psicológico en el deporte. No sabría definir con exactitud qué porcentaje de componente físico existe y qué parte psicológica interviene en una preparación y entrenamiento respecto a una competición. Dando por hecha la parte física donde influyen los volúmenes, las series, la planificación de entrenos, las cargas, las asimilaciones, los ritmos... no podemos descuidar y estar bien atentos al componente mental.
Cómo es posible que tras mejorar la marca en un 10.000 en más de un minuto no haya tiempo para disfrutar de tal proeza y ya estemos pensando en el próximo reto para bajar de 1h 20' en media maratón. Cómo influye el entrenar con otros atletas si ninguno estamos al mismo nivel. Siempre tenemos atletas con un nivel superior y otros con ritmos inferiores. Qué influencia aportan esos datos? Por qué el cronómetro nos condiciona tanto? En parte nos ayuda a planificar pero nos puede generar muchos problemas. Para qué entrenamos? Simplemente por diversión o realmente buscamos la consecución de un objetivo? Pueden ser los entrenos objetivos en sí mismos?
Me contaban la semana lo que le pasó a un atleta justo el día antes de la cita de un 10.000. Aquella tarde empezó a notar ciertas palpitaciones nunca antes advertidas. La semana pre competición había sido ambiciosa y seguramente las series fueron de gran carga y esfuerzo. Seguramente el reto del día siguiente también daba muestras de los nervios presentes. Por la noche asaltaban las dudas acerca de aquella sensación. EL pulsómetro no decía nada anormal en cuanto a pulsaciones pero era perceptible ese palpitar incluso en algún momento algún latido discordante. Pero el corazón no tiene ritmos perfectos? Al día siguiente ya desde la salida, ritmos de vértigo por encima del objetivo previamente marcado y haciendo la carrera por encima seguramente de las posibilidades pero aguantando un ritmo constante. Con la referencia de su compañero de entreno, el ritmo que marcaba era imposible seguirlo. En su mente empezaba a dibujarse el fantasma de alguna lesión cardiovascular de consecuencias imprevisibles. Al cruzar la meta mejor marca personal y ritmos sostenidos por debajo de 3'40'' /km. Por la tarde al llegar a su casa, nuevamente las palpitaciones no desaparecían, se mostraban mas visibles. En su cabeza la media maratón en tres semanas para batir marca y un mes después el sub 3 en maratón. En la gráfica de pulsaciones, una anomalía en el km 7 al bajar pulsaciones y un repunte muy rápido hacia la pulsación máxima a 192ppm. En su pensamiento recuerdos de atletas en situaciones críticas por problemas y fallos cardíacos. El fantasma de la desfibrilación, el tener que abandonar la práctica deportiva, dejar de competir, cambiar de estilo de vida... y lo peor, en la mente la visión de un desfallecimiento inmediato, y infarto irreversible... triatletas como Pilar H. que de golpe ve truncada su carrera deportiva pero que puede dar gracias de seguir entre nosotros, y Puerta, y algún que otro corredor en cualquier maratón del Mundo... Lunes de tanteo para ver la evolución. Pulsómetro en marcha, móvil en la riñonera y recorrido solitario por el bosque totalizando 12kms sin consecuencia alguna. Parece que no hay causa física alguna. A qué se deben las palpitaciones y la posible arritmia? Concierta visita al día siguiente para salir de dudas y que un cardiólogo dé su opinión. Las pruebas de esfuerzo y ecografías del año anterior no presentan anomalía, pero y si se ha pasado de vueltas y ha causado alguna lesión irremediable. No hay hora de visita hasta al cabo de 7 días. Hasta entones parece que no habrá resultados científicos objetivos que puedan dar respuesta a tantas dudas. Las palpitaciones no cesan. Martes por la tarde sesión de 1h de ciclismo y noche y sesión de 1h 30' también en bici sin consecuencias manteniendo un nivel normal de pulsaciones. Miércoles de descanso y a pesar de ello, con la mano en el pecho contando cada latido al ir a dormir. Sigue igual. Algo hay. Cada entreno se convierte en ese momento un riesgo que percibo como tal. A pesar de eso intento demostrarme que no hay nada físico, intento vencer ese riesgo y continúo con mi planning de entrenos sin que los miedos me venzan. Jueves con sesión de natación, remos y spinning. En el agua cada giro era una incertidumbre, cada brazada era un riesgo por no poder salir de la piscina. Por la noche los mismos miedos. Ya el viernes, las palpitaciones aún mayores. En el trabajo sudor frío, manos frías, angustia, deseando que pase la mañana y que se acabe ese sin vivir. Se repiten las escenas de pánico, al pasar por delante de urgencias existe la tentación de entrar, seguramente el ligero dolor de cabeza pueda deberse a lo mismo, la contractura de la espalda... En el entreno del mediodía nuevamente con el móvil. Esta vez mejor no ir por el bosque y hacer la vuelta por la ciudad. Ir al colegio a buscar las niñas y por fin relatar con exactitud todo ese cuadro a un amigo. Lo tuyo es un ataque de ansiedad de libro. Todo lo que defines no tiene nada de físico sino que es todo mental. Has psicomatizado tu dolencia y has entrado en la espiral de la ansiedad sin poder salir de ella. Pero cómo es posible, si yo sólo compito para entrenar, si tengo siempre una mentalidad positiva, si no compito contra nadie, si me fijo sólo en mi mismo, sí físicamente me encuentro mejor que nunca, si no tengo fatigas ni cansancios excesivos y recupero bien tras entrenos de carga, si me mantengo más motivado e ilusionado que nunca, si ....
Pues la ansiedad se ha apoderado de mi esta semana. Yo mismo que he creado una situación de estress sin haber podido controlar su alcance. Sin ver la puerta de salida. He sido víctima de esa ansiedad deportiva y de la psicomatización de una dolencia. Me ha ganado el componente intangible de la mente y me ha anulado físicamente.
El viernes por la noche ya no aparecieron ni taquicardias, ni palpitaciones, ni arritmias ni extrasístoles... El sábado por la mañana tocaba sesión de natación. Los mejores 500m del año y un entreno de run de 21kms sintiéndome fuerte, sintiéndome bien, volviendo a estar seguro, confiado,de hierro.

La peor semana de los últimos dos años desde que el ironman apareció en mis sueños. La angustia, la ansiedad, el descontrol mental, la inseguridad... componentes todos ellos también en la vida de todo deportista.
Esta semana he crecido, he aprendido, ha sido toda una experiencia. Así la he vivido. Ojalá no hubiera ocurrido pero así la he ido sintiendo. Espero que sirva de algo a todos vosotros que me leéis. Espero que no os pase nunca.
Mañana toca sesión de ciclismo. Sigo siendo triatleta. Lejos quedan ya los cronómetros y las marcas. Sólo quiero disfrutar de cada momento dedicado al deporte. Y disfrutarlo yo y compartirlo, seguir siendo feliz haciendo lo que realmente me gusta.

1 comentario:

  1. Celebro que hayas superado este bache... Aún así lo has sufrido muy en silencio... y eso que rodamos juntos el martes en el circuito. Te entiendo perfectamente. Quizás haya sido el entreno más duro en estos dos años del IM. La mente es una gran arma, tiene un gran poder pero cuando se gira toda nuestra fuerza mental nos puede hacer mucho daño. El descanso psicológico es igual o más importante que el físico. El cuerpo te va avisando... del estrés, la ansiedad, la angustia, la obsesión... a la depresión hay un paso muy pequeño y cuando el cuerpo y o nuestra mente hace "crac" a veces ya es tarde. Le has visto las orejas al lobo y has reaccionado a tiempo. La competición es buena pero hay que saberla gestionar (a mí es el primero que me cuesta). Tu nos has enseñado a disfrutar del deporte... a mirarlo de forma positiva... Ánimo!

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