MI ULTRA TRAIL DE XUIXIRÀ

Tal y como me he levantado esta mañana, la sesión de montaña de ayer ha sido para mi toda una ultra trail. Para los que hacen montaña de verdad 50kms les pueden parecer pocos, pero para alguien ajeno a desniveles es toda una odisea.

Opté por llevar palos. Sin duda que la mejor decisión para salvar las duras y contínuas rampas sobretodo en la subida a Perafita donde superábamos del tirón 1340m d+. En las bajadas los palos entretenían el ritmo y los plegaba haciendo trabajar a las piernas. Así en el último kilómetro sufrí alguna rampa sin consecuencia en el cuádriceps interno izquierdo, mi punto débil puesto que siempre me enrampo en esa zona. Hoy tengo las secuelas de ese ejercicio nuevo de mover los palos a lo nordik walking. El antebrazo,trapecio y sobretodo lumbares. Esas grandes olvidadas pero que tanto influyen en cualquier ejercicio.


Explicando un poco las sensaciones durante la marcha, la verdad es que me sentí muy bien durante todo el recorrido.Compartí ruta con David y Pablo y fuimos muy juntos todo el rato. En las subidas me sentía bien y marcaba mi ritmo teniendo en cuenta en todo momento que las distancias en montaña son un mundo. Me permití ir levantando la mirada recreándome en el paisaje. Era una ocasión perfecta para quedarte con miles de imágenes.

Después de la salida, bajada por unos prados y caminos hasta Viliella. Por delante llevaríamos unas 15 o 20 unidades pero como siempre sólo serviría fijarse en uno mismo. Al salir del pueblo iniciábamos la primera ascención por el Vall de la Llosa y la masia de Can Jan donde ya había que desistir de trotar. El agua empezaba a hacer acto de presencia a modo de riachuelos, cascadas, charcos,saltos ...pista fácil pero constante. El cielo parecía darnos tregua y seguíamos entre nubes y claros. Prat Xuixirà que por su original nombre se ha merecido el título de la entrada. Un extenso prado rodeado de cumbres que nos daría la entrada a un círculo de picos cuya única salida era superar un fuerte desnivel para coronar el Port de Vallcibera. En este punto nos volvíamos a agrupar diez unidades por un camino perdedor al lado del río teniendo que hacer virguerías para salvar el agua. Otros optaban ya por cubrirse de agua hasta las rodillas. Tarde o temprano no tendríamos que mojar igual. Menos mal que el calor no hizo de las suyas para dejarnos los pies llenos de yagas.Los neveros nos daban la bienenida en la parte final y el frío se acusaba sobretodo en la cara. Viento, nieve ... Paso por nieve hasta el Refugi de l' Illa que nos anticiparía un valle increible: La Vall del Madriu.


Nuevamente tenía que deleitarme con las vistas aucnque concentrándome en cada pisada. Hasta este punto los avituallamientos eran simples controles de paso y sabía que la bajada era mi punto débil.Ello no obstante hasta el final no me darían alcance P y D. Eso sí, tuve mis más y mis menos en sendos tropezones señal que las piernas ya estaban topando el listón. Más de 1h de continua bajada trotando hacían quejarse a os cuádriceps. El agua ya no era un problema sino una aliada. Refugi del riu dels Orris al que me acerco para saludar pues me creía que era un control. En este punto dudas sobre si llevaba itinerario correcto puesto que no tenía referencias visuales ni la más remota idea del siguiente punto. Coll Jovell y por detrás me advierten: para ser una sirenita no está tan mal. Pablo y su espartano haciendo de las suyas en la larguísima bajada cuando recibimos la llamada de Samuel que ha tenido que abandonar por una caída con fuerte contusión en rodilla derecha y bulto consecuente que invalida la marcha. Nos alcanza David y ns comemos tres sandías en la Font de La Closa. Mitad de recorrido, empieza una nueva marcha.

Aprovechamos este punto para repostar,beber, comer y cargar pilas para la que se nos avecina: el infierno andorrano primo hermano del cántabro. Antes una bajada de vértigo con cuerdas y todo para entra rápidamente en calor. Por delante la ascensión hasta el Port de Perafita. Unos 6 u 8 kms que no son nada pero que son un mundo.Escalofriantes 1340md+ que se van subiendo uno a uno. Apenas miro el garmin puesto que no me preocupan ni tiempos ni distancias ni ritmos. Sólo voy a sensaciones y la verdad es que sólo empezar a subir voy bien y marco mi ritmo pasando a dos o tres marchadores. Pont de Sassanat, Entremesaigües alguna que otra roca desprendida que endurece la marcha y el ritmo de escalones contiuos, raices mojadas, rocas,piedras y un gigantesco rio de caudal enorme con una música estridente en estéreo durante gran parte de la subida. Señales de GR que alivian al ver que sigo la senda. Alguna cinta de la Feec que igualmente te ayuda a seguir el recorrido prefijado. Al coronar todo se vuelve calma, no se oye nada. El garmin marca 2000m y aún quedan 500 más.

LLegamos al enorme prado de Refugi de Perafita donde dos motos de trial rompen por completo con la estampa de los caballos percherones pastando a sus anchas. En Andorra está permitido el trial a 2000m de altura por valles protegidas. Protegidas de qué. Por un momento me hubiera subido a la moto pero en realidad le hubiera pegado fuego. Aquí me junto con David para afrontar la diagonal hasta el Collet de Sant Vicenç donde finalizala ascensión. Aprovechamos el control para repostar, abrigarnos y nos dirigimos al cementerio por donde desfilamos 5 o 6 fiambres. Ese paso hasta coronar se hace largo. Amenazan nubes negras que quizá horas más tarde descargarían. Mal paso para refugiarse de una tormenta. Estás totalmente expuesto. Al fin coronamos. Pronto tendríamos ganas de volver de subir. Llega un punto que no sabes, qué prefieres, si subir o bajar. En todo caso vamos bien, no nos pasan otros montañeros, circunvalamos en el Estany de la Pera y alcanzamos el Refugi del mismo nombre.

Esto ya va llegando a su fin pero aún queda. Aprovechamos caminos de atajos llenos de barro dejamos a un lado Pollineres y nos dirigimos hacia Arànser. Alcanzamos la pista. La misma pista que Pablo me había remarcado como decisiva. La tentación de dar por finalizada la prueba es enorme. Quieres andar. Quedan unos 4 o 5kms de pista perfecta para trotar. Me acuerdo que se me pueden ir largos minutos. Troto. El garmin marca 5'30'' de ritmo. Lo aguanto. Acudo a un gel de frambuesa que me sabe a gloria. David prefiere regular.

Tras unos largos 25' alcanzo otro larguirucho justo antes de desviarnos por el sendero en busca de las pistas de esquí de fondo que nos llevarán irremediablemente a Cap de Rec. Perderse en ese momento puede ser mortal. Me avisan las rampas en cuádriceps. Tengo que dejar al compañero al que he dado alcance. Esto ya se está acabando. Me invaden contradicciones que querer acabar con seguir deleitándome entre tanta naturaleza. Un chaval del refugio me guía los dos últimos kilómetros. Ya veo el Refugi. Nos da la bienvenida un acordeón de melodía sonriente, le respondo con igual sonrisa. Código de barras, butifarra y plena satisfacción.

A los 2' llega David y 2' después Pablo. Menudo trío, menuda marcha, menuda jornada de alpinismo, o montañismo, o naturaleza en estado puro. Yo no he parpadeado en ningún momento. Con los ojos bien abiertos para no perderme nada. Con el cuerpo fuerte para soportar tanto desnivel y tantas horas de esfuerzo. Al final todo tiene su recompensa. Yo sumo otra experiencia más. Esta ocuparía un lugar destacado en el pódium.

7h40'. Pensando en Cavalls del Vent me parece una buena referencia pero habrá que doblar ese tiempo como mínimo, o sea que tendremos que trabajar la paciencia y la psicología. El cuerpo de momento responde. La mente hay que entrenarla para soportar tantas horas. También voy por el camino correcto pero hay que seguir ahí. En un rato me voy al campeonato de Catalunya de esgrima. Eso ayuda a concentrarse a tener precisión, calma, paciencia. Intentaré aplicar algunos conceptos.