RETO MOLA 2010

Creo que fue el jueves cuando se me acudió una sesión distinta a todas las anteriores. Cuando un entreno falla por los motivos que sean hay que buscar alternativas que aporten como mínimo la misma satisfacción.

Seguramente sometido a los horarios que son lo que son y no los que uno querría tener para poderlos dedicar a entrenar, lancé el guante de hacer un trail run para el viernes por la noche y otro para el sábado temprano. Ambos tendrían como punto más alto la Iglesia de Sant Llorenç del Munt, la Mola. Subiría por caminos distintos con el aliciente de las temperaturas que nos están azotando estos días. El Repte Mola 2010 estaba en marcha, dos subidas al pico en menos de 12 horas.

La verdad es que la tarde invitaba a quedarse en casa. El aire era gélido y la temperatura iba bajando. Habría que equiparse bien so pena de tener que abortar la misión. A las 22h nos poniamos en marcha Luiggi y yo desde la Bolera de Matadepera para subir por el Camí dels Monjos. En 5' advertiríamos que llevábamos demasiada ropa. Yo incluso dos guantes que me hacían arder las manos. Sea como fuere tirábamos de frontal para ir venciendo las cuestas hasta els Dipòsits. En este tramo por la Canal de les Escales para ascender hasta el Cami de Can Pobla. En este punto la temperatura empezaba a bajar pero la noche era tranquila, sin viento, suave y sobretodo clara y estrellada. Pronto llegaríamos a l' empedrat para seguir subiendo escaleras hasta l' Hort dels Monjos. Pedregar dels Rucs y en 55' y 5'5kms de ascenso nos hacíamos con nuestro objetivo de acercarnos a lo más alto. Conpartimos saludo con otros montañeros y raudos comemos algo para iniciar el descenso. La noche invita a deleitarse con las vistas y los puntos de luz a lo lejos. La Luna incluso nos daba la bienvenida y se nos mostraba evidente. Cambio de buff y de nuevo en busca de algún que otro tropezón que también lo habría. Pronto nos damos cuenta de lo específico del desnivel. Para entrenar montaña no se puede entrenar en pista o sea que un par de rebrincadas me ponen en mi sitio y al pie derecho también. Deshacemos el camino pasando por sendas curvas de la Urbanización de Cavall Bernat y ya por Can Prat acabamos alargando zancada ya en Matadepera. 35' de bajada para totalizar 1h30' de entreno por montaña para 11kms totales y 648md+ y otros tantos de negativo que también cuentan.

A las 6h15' el despertador interrumpía un plácido sueño de sábado por la mañana. Por delante dibujaba el reto previsto y antes de preparar los bártulos tocaba mi cita diaria con la leche de soja, los cereales y una naranja. A las 7h15' tras reservar pista de pádel femenino me metía en la piscina. En el carril 1 la incombustible nadadora de cada sábado dando patadas por doquier. Yo con mis flamantes zoggs para nadar 1000m y hacer algunos estiramientos que me vendrían muy bien para la que se avecinaba. Tras la espera reglamentaria de 5' al final vencía yo sólo la pereza de entrenar a esas horas y me dirigía por Can Bon Día hacía el primer escalón. El K2 empezaba a calentarse por los rayos del sol y yo tenía que sucumbir a sus cuatro peldaños. Me propongo trotar en todo momento. Los gemelos al rojo vivo ejercen su función de impulso en cada paso con el mismo sigilo que silencio. Cual bailarina paso el segundo escalón que se emerge vertical entre pinos. Lo supero y acabo coronando el Montrodón dando la vuelta a la encina como está pactado. Ahora toca acercarse a Coll de Grua y Gurugú. Paso por la trialera que a esas horas está sombría y alcanzo Grua. En ese momento decido añadir leña al reto y me propongo no andar. Va a tocar esforzarse. Aún quedan tramos de ascenso y toca tener paciencia si quiero cumplirlo. Dejo la pista y me sumerjo en la Canal del Plec del Llibre. Llego arriba en el cruce con el Cami de Can Pobla. Ahora ya repito el mismo camino que hace unas horas. La mañana esta siendo espectacular. No se mueve ni una hoja, es fresca pero no fría y la vista se prolonga dominando largos kilómetros de paisaje. Es el Hort dels monjos donde reparo de la satisfacción por estar ahí en ese momento, pero yo a lo mío, a enfrentarme al último tramo de piedras resbaladizas en L' Empedrat dels Rucs. Tramo final aún a trote en posición de run y en 1h 8' cruzo la Rosa dels Vents con su útil mapa circular. Ahora sí que me recreo divisando los Pirineus, el Montseny, todo el Vallès, el Bages ... doy la vuelta al santuari y crece a lo lejos Montserrat y su Serra, el Llobregat, Collserola ... las vistas son magníficas y el sol ya calienta. Hasta ese punto 9kms doblando el ritmo de la Jean Bouin del otro día, casi 800md+.Toca descender. En montaña nunca sabes qué es mejor, si la subida o la bajada. Doy los buenos días con los que me cruzo. Voy llegando a Can Torres. Otro inoportuno traspiés me recuerda el dolor de antes pero lo supero, lo ignoro. Bajo la pista por Forns y Cabrafiga y me dirijo ya en dirección MontRodón para bajar la Kitty. Voy pidiendo la hora, urbanización, depuradora y tras 17kms me despido del Parc con 1h55' y 797md+.

Lo mejor los 250m de nado como preludio de unos estiramientos deseados, jacuzzi, baño de vapor dando continuidad a los estiramientos y ducha caliente para salir a ver las evoluciones de Carla y María con el estic y el ringo.

No cabe duda que ambas sesiones no por atípicas merecen dotarlas de la importancia que atesoran. Vencer el frío, la nocturnidad, la soledad, el propósito ... Ni qué decir que tanto anoche como esta mañana seguro que había muchas mejores alternativas que enfrentarse al desnivel, a la temperatura ... pero nuevamente demuestra como un entreno se convierte en un fin en sí mismo y adquiere toda la relevancia que uno le quiera dar. Al final las competiciones son una consecuencia de días como los de hoy. Sin responder a un programa preestablecido, sin ningún plan. Improvisando y dando forma a la sesión a medida que esta va transcurriendo. Me deleito en lo inédito. Por eso intento no anteponer una competición si lo que realmente quiero es entrenar. No me importan las competiciones originales o nuevas o inéditas. Prefiero dibujar sesiones distintas. Y para qué entreno. Pues para eso mismo. Son un fin en sí mismo, como una forma de vivir el presente. A su vez son una inversión, pero que nunca los árboles nos impidan ver el bosque. El árbol la carrera, el bosque los entrenos. Por eso me encanta entrenar por los bosques y me sumerjo en ellos.

Y en esa soledad voy aclarando conceptos. No pienso en Niza, pienso mucho más cerca, en esta semana, en Nassos. No condiciono el hoy a lo que venga dentro de seis meses. Si es mucho o es poco es relativo. Mientras cuerpo y mente vayan a una no seré yo quien ponga frenos o palos a las ruedas. Y todo con el sentido común que cada uno tenga. Yo me aplico mis conceptos, soy fiel a mis principios sin ánimo de aleccionar ni proyectar sobre nadie, con los errores y las rectificaciones que hagan falta en cada momento.

En otro orden de cosas quizá mucho más importante. Recojo el hilo que apuntaba Rafa en su post. Y QUÉ PUEDES HACER TÚ? Se acercan fechas navideñas y con ello se abren días de pensar en los tuyos, de pensar en los demás. Y en ese altruismo me contaban cómo participar de ese altruismo al proponer a sus hijas el recoger tan sólo una moneda de 2€ de su hucha. En primer lugar había que convencer de que no sólo sirven para comprar pulseras de colores sino para mucho más. Se podía ir al supermercado, comprar algún alimento de alto valor nutritivo y larga fecha de caducidad para llevarla al Banc dels Aliments. Pues en esas estuvieron. Junto con su sobrina compraron un kilo de garbanzos, otro de arroz, otro de lentejas y unas latas de atún. Las tres, cada una de ellas con una bolsa pesada para llevarla a gente necesitada. Y la bolsa pesaba pero la ocasión lo merecía. Alguien anónimo lo agradecería seguro. De esa forma aprendieron que uno mismo puede hacer algo por los demás, sea quien sea, y es que seguramente merezca más la pena crecer en ese altruismo que en la competitividad a la que nos arrastra la sociedad actual. Pues eso, y qué puedes hacer tú? Seguramente por estas pequeñas cosas se empiece a cambiar algo.