I VOLTA AL GARRAF

Sábado por la tarde y empiezan a cruzarse sms planificando la mañana siguiente. Uno trae el nombre de pincho de tortilla, Pepe se añade y hoy a las 8 en la BP algunas Qks en btt dispuestas a adentrarse en el Parc y nosotros tres con la mirada puesta en el Ratpenat.

Puntuales nos ponemos en marcha. Pepe y Pablo ponen en común conceptos de run y el padre del plan nos lleva a todos con la lengua fuera. Más pronto que tarde una vez salimos de Terrassa Pepe empieza a hacer de las suyas. Menuda contra reloj. Pablo flipa. Pepe como una botella de cava que lleva dos meses sin descorcharse nos lleva a 45kms/h. No caben relevos. La de Pepe es una botella magnum. No cesa hasta llegar a Molins de Rei. Menudo calentón y nosotros temblando de cómo vamos a subir así el Pincho. En Rubí nos cruzamos con los cracks de las pulsaciones bajas. Toni sigue con su planificación de temporada que lo llevará seguro a lo más alto. Nosotros a la nuestra, poniendo a prueba el plato grande con la mirada puesta en Montmeló. Pepe no para, le damos un relevo de 15' y vuelve a sacarnos de punto. Qué yuyu, qué patas. Menos mal que en la cementera consigo ponerme a su altura y le saco tema de conversación. Al fin respiramos.

La mañana ha amanecido con nubes pero la temperatura es ideal. St Vicenç dels Horts,Sta Coloma de Cervelló y Viladecans. Gavà, Castelldefels y ya en las puertas de las Costas del Garraf nos despedimos de Pepe que tiene que llegar pronto. Nos ha dejado en ese punto con 33'9 kms/h de media toto y el parón intermedio y se vuelve seguro que con otra contrareloj de las suyas. Pablo y yo nos santiguamos y empezamos con el coco del día. Pronto me doy cuenta de que no dispongo de más piñones. Esto no es btt o sea que toca tirar de piernas. Aún queda un mundo hasta la Bola final. Qué curvas, qué pendiente, qué vistas. Puig del Martell y parking. Vaya tramo. Sólo podemos superarlo haciendo eses de lado a lado y a duras penas. Me toca la rueda con la punta del pie en cada giro. Superado el tramo de los escaladores al fin llegamos al descanso. Menos mal, pero la bola queda lejos. Segundo tramo que tampoco deja indiferente. Pasamos la barrera y encaramos la última parte. Último esfuerzo y coronamos advirtiendo que en esas cuestas nos hemos dejado las piernas. Las pulsaciones ya no subían ni por asomo señal de acumular lactato por doquier. Seguro que las series de ayer tambien tienen su parte de culpa. Una vez arriba tenemos dos opciones. O deshacer el camino y volver para totalizar los 90kms o cruzar el Garraf y aventurarnos a cargar con lo que sea. Tiramos de manual y hacemos todo lo contrario a lo que tocaría. Nos metemos en un embolao del quince. Entre que no recuerdo las distancias ni el perfil recurro a la improvisación y más pronto que tarde estamos camino de Olivella. Cuando creíamos bajar directos estamos volviendo a subir repechos y algun que otro puerto. Aún nos queda una eternidad y vamos pidiendo la hora. Pasamos St Pere Molanta y llegamos a St Cugat de Sesgarrigues. Hacemos un tramo pestoso de nacional para dejar dirección Vilafranca y acercarnos a Avinyonet del Penedés para cruzar hasta St Sadurní d'Anoia. Cuando visualizo las alternativas de final de etapa me entran todos los males. No sé qué es peor si subir por Olesa, volver por Sant Andreu de la Barca o subir els Onze.

Pasamos tierras de vides y campos extensos de cepas. Bodegas,Cavas, todo un paraiso de vinos y espumosos. Su capital Sant Sadurní destila aroma de caldo por todos sus poros. Afrontamos el último tramo hasta Gelida con ganas de acabar el calvario. Rodamos fluido pero me quejo de cervicales y trapecio. No voy cómodo, casi cinco horas son demasiadas horas a estas alturas pero no hay vuelta atrás, hay que cumplir con el etapón fijado. Para más inri en una de las curvas húmedas de Castellví de Rosanes Patxi se val al suelo por falta de aderencia de la rueda delantera y da cuatro tumbos que me sacan el hipo. Menos mal que sólo hay rasguños de chapa y pintura. Denota que dentro hay raíces vascas de las buenas y reemprendemos la marcha. Recurro al dado de la suerte y ha salido elegido subir els Onze. Si fuera el mes de junio tendríamos pájara asegurada. Vamos a verlas venir y encima sin agua. Menos mal que resucitamos en el tramo de Can Oliveró donde un aquarius nos devuelva a la Tierra después de darnos una vuelta por el Infierno. Botella de agua, barrita y a afrontar el segundo escalón. Cruce de Castellbisbal y sólo queda el último peldaño. Soplamos y respiramos aliviados viendo la luz al final del túnel. Bajada por las curvas de les Martines y Ctra Montcada después de 125kms, 1450md+ y 5h27' de pedaleo del bueno.

A pesar de incumplir todos los cánones sobre Teoría del Entrenamiento y metidos en el plan camino de la Maratón de marzo, hoy nos hemos sacado de la manga una etapa de las de recordar. A mí eso ya me vale. Me llena de satisfacción a pesar del esfuerzo. Como objetivo en sí mismo el entreno ha sido todo un lujo, y con la compañía de Pepe primero y Pablo después todo un placer.

Ducha caliente, lentajas resucitantes y pocos minutos de descanso puesto que había hora de pádel a las 16h. Al final un trabajado y ajustadísimo 7-6, 6-4 Elena y yo contra Ori y Alicia. Encima de llevar aún el calentón en el cuerpo el partido se ha alargado y se han disputado puntos de verdad. Baño en la piscina con las niñas y relajadito para prepararme la tortilla de calabacín qu en unos minutos me voy a zampar.

Hacía tiempo que no tenía esta sensación de dolor por todo el cuerpo con sensación de calentura general, señal inequívoca de que ha tocado exprimirse. Hoy no tocaba pero ha salido así, como todo suma, bienvenido sea,etapón al saco y más feliz que un arlequín. Mñn descanso obligado y martes de vuelta a las series. Esto no para, no cesa, estámás en marcha que nunca. Me encanta ver el pincho en la gráfica. El problema es que no estaba previsto hacer unos cuantos pinchos más. Al final todos han caído. Como pronosticaba ayer hoy tocaba pincho de tortilla, no ha sido de patatas pero sí de calabacín. Pablo, te guardo tu parte.